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La radio me trae de vuelta a la realidad, debo estudiar y también me tengo que duchar quiero ir con la mente despejada que esta ultima semana debo aprovecharla.
Abro el grifo y mientras espero asta que el agua se caliente pienso en todo lo que tengo que hacer hoy. Mi vida social no es un tesoro que se diga en clase no tengo muchos problemas pero porque no voy mal con las notas y les ayudo en los examenes, tengo muy claro que no son unos amigos de verdad. Para los chicos es como si no existiera, pero bueno eso ahora da igual, me tengo que centrar en mi examen.
La ducha me a sentado bien, ahora a ver que me pongo... Da igual si a la gente no le importa lo que yo haga o deje de hacer.
¡¡Putos mapas!! Alguien me podría explicar para que me sirve saber tantas capitales, si después de hacer el examen se me irán olvidando asta que solo quede el recuerdo de que tuve que aprenderlas. Paso de los mapas si apruebo bien y si no pues también ahora si que me da igual.
Nunca me había tomado el desayuno con tantas ganas. El autobús que me recoje todos los días trae consigo al pero estudiante que he conocido en toda mi vida. Según entro me pregunta si me lo se y yo le respondo que no entonces empieza a reírse, ¿para que pregunta si no se cree la respuesta?. En mi sitio de siempre, sentada con los auriculares en las orejas intento que mi mente se relaje pero es la primera vez que voy con un examen tan mal preparado y encima después de lo de ayer...
El trayecto ya esta finalizando y el autobús va casi lleno, las sucias paredes del instituto ya entran en mi campo de visión, lo único que deseo es que no se pase la profesora a la hora de pedirnos que señalemos en los mapas.