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-Sara despierta.
Me he dormido en el coche, bueno con un poco de suerte ni mi padre me preguntara por Unai, ni mi madre por lo que he comprado.
Una vez en la mesa empezamos a cenar pero la paz no dura mucho.
-Bueno Sara, cuentanos ¿que tal ha ido el día?
-Bien-digo sonriendo mientras me acuerdo de los momentos que he pasado con mi mejor amigo.
-¿y que has comprado?
-Luego te lo enseño-digo con la esperanza de que se le olvide.
-Me parece muy interesante lo que hayas comprado pero ¿quien era ese chico con el que estabas?- dice mi padre poniendo cara de pocos amigos.
-Papa no te preocupes, era Unai el chico que me ayudo con el examen y me ha metido al grupo- digo con la voz mas firme que puedo.
-Sara relejate un poco, es normal que tu padre se preocupe por los chicos eres su princesita.
-Pero es que no tiene porque preocuparse, Unai es mi mejor amigo, nada mas.
Me levanto y me voy, no quiero seguir con la combersacion. Me fastidia que porque estuviera con Unai, mi mejor amigo, se ponga así o no entiende que las chicas podemos ser amigas igual de las chicas como de los chicos. Haber si fuera mi novio pues entiendo que se preocupase pero que solo es un amigo, bale que esta bueno, es guapo, simpático, un sol. Pero no quiere decir nada. Nada.
No han pasado ni 10 minutos y ya tengo a mi madre en la puerta.
Toc,toc.
-Sara.
-¿que?
-Entiendo que si Unai solo es un amigo te pongas así, pero intenta entender a tu padre...
-Tu lo has dicho solo es un ¡¡AMIGO!!
-Bueno son cosas de tu padre, ¿que te has comprado?
Le tiro las bolsas no quiero ver la cara que pone.
-Bueno no es tu estilo de siempre pero si te queda bien porque no.
Me doy la vuelta con cara de sorprendida no pensaba que mi madre fuera tan comprensiba. Se me ha cambiado la cara, vuelvo a estar feliz y me pruebo lo que me he comprado. Después de cambiarme por primera vez mi madre se ha quedado como si hubiera visto un fantasma.
-¿que tal?
-Guau, te queda genial.
Me alegro de haber comprado esta combinacion estoy segura de que es la que llevare la noche de la gran salida. Me hace gracia pensar en la cara que pondrá Unai si mi madre ha puesto esta cara. Me pruebo todo lo demás que también me sienta bien, después me pongo el pijama y guardo la ropa nueva.
No se si después de haberme dormido en el coche me costara mucho o poco dormirme pero sigo sintiéndome cansada.