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Día tras día, voy todas las mañanas a estar con Unai, ultima mente solemos estar con unos amigos suyos que me caen muy bien, pero... cuantas invitaciones habré tenido que rechazar, se acabo o mis padres empiezan a venir a buscarme o tendré que hacer algo.
-Mama, papa tenemos que hablar.
-¿que pasa?
-Ya sabéis que voy al pueblo todas las mañanas ¿no?, pues he hecho amigos y siempre están invitándome a salir con ellos por la tarde o incluso también a la noche.
-¿a donde quieres llegar?
-Quiero que me llevéis y vayáis a buscarme.
-Tu que crees ¿que estamos aquí para llevarte y traerte?
-No, pero vivimos aquí apartados de todo porque vosotros lo queréis, no os pido todas las tarde y noches pero de vez en cuando...
-Olvida te de eso, Sara.
Mi paciencia esta a punto de agotarse, un ultimo grito, un intento desesperado...
-¡solo pensáis en vosotros mismos! ¿y yo que? ¡¡es que mi opinión no importa!! solo os estoy pidiendo que me llevéis y traigáis de vez en cuando para poder tener vida social, pero claro a vosotros os da igual, muchas gracias ee muchas gracias.
Me alejo de ellos dándoles la espalda PUM!! espero haber roto la puerta.
Como siempre no dudo en escaparme al bosquecillo, saben de sobra que si se acercan no se lo perdonare en su vida.

A la hora de la cena
-Sara, ¿podemos hablar contigo?
Me niego a dirigirles la palabra
-Bueno pues no hables, hemos estado hablando sobre lo que nos has dicho y...
-Te llevaremos una noche y tres tardes ninguna mas-termina mi padre.
-Gracias